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lunes, 18 de agosto de 2014

Breve introducción al conjunto del arte medieval

He aquí una presentación para introducir históricamente la Edad Media, de manera breve, con algunos acontecimientos históricos relevantes y, sobre todo, los estilos artísticos que esta comprende, con tal de hacer su estudio más comprensible.

jueves, 31 de julio de 2014

Contexto histórico (breve) del arte gótico

CONTEXTO HISTÓRICO: ARTE GÓTICO

Los siglos del gótico coincidieron con una serie de cambios importantes dentro de la Europa medieval que tuvieron lugar a partir de la mitad del siglo XII.

Desde el punto de vista económico, el feudalismo continúa pero se produce una expansión económica y comercial que favoreció el crecimiento de las ciudades y la aparición de un nuevo grupo social, la burguesía. El perfil de la ciudad se levantaba imponente en medio de los campos. Desde ellos se podían admirar sus murallas, los altos campanarios de sus iglesias, el ayuntamiento, los palacios de los nobles y de los comerciantes ricos... La nueva riqueza de estas urbes se expresaba, sobre todo, con la catedral gótica, cuya función no era solamente religiosa, sino la de expresar el nuevo orgullo y el sentimiento de independencia de sus habitantes, por eso estas construcciones eran de gran tamaño y de una riqueza nunca vista hasta entonces. En una sociedad mayoritariamente rural, en la que los campesinos vivían sometidos a los señores feudales, la ciudad se convirtió en un símbolo de libertad y riqueza. Además pasó a ser un gran centro de producción e intercambio de productos y la burguesia que se ocupaba de estas actividades (banqueros, grandes comerciantes...) se convirtió en sus gobernantes.

Desde el punto de vista cultural, se produce la aparición de las universidades ubicadas en las ciudades. En la época del Románico la cultura se asociaba a los monasterios. Sólo sabían leer y escribir los clérigos. Pero a medida que avanza el siglo XII, la mejora de las condiciones económicas hace que algunos nobles y, sobre todo, los burgueses dedicados a los negocios, necesitaran conocimientos de cálculo, escritura, derecho, etc. Esta necesidad de mayor educación potenció la aparición de las escuelas episcopales (dependientes de obispos) y de escuelas urbanas (dependientes de los gobiernos de las ciudades). El deseo de algunos profesores y estudiantes de poder aprender libremente, sin el control de las autoridades religiosas, dio lugar a la formación de unas corporaciones llamadas universidades, a partir de las cuales, la enseñanza dejará de estar controlada por los monasterios.

Políticamente, el particularismo feudal va cediendo terreno ante el poder unificador de las monarquías centralizadas. Los monarcas aprovecharon el crecimiento de la burguesía urbana y el dinero que les proporcionaba, a cambio de la concesión de privilegios, para afianzar su poder sobre la nobleza feudal.


Desde el punto de vista religioso, surge un nuevo modo, más humano y abierto, de entender el cristianismo. La vida urbana planteó nuevas necesidades religiosas que no podían resolver los monasterios aislados en el campo. La iglesia necesitó un nuevo tipo de órdenes religiosas: unos frailes que vivieran y trabajaran en la ciudad (conventos) y que se dedicaran a la predicación y a la limosna. Se les llamó órdenes mendicantes porque ellas mismas vivían de la caridad. Las más importantes fueron los franciscanos, fundados por Francisco de Asís, que destacaron por su regreso a la pobreza y la oración y por el cuidado de pobres y enfermos; y los dominicos, fundados por Domingo de Guzmán, dedicados al estudio, a la predicación y a la vigilancia de la fe y del cumplimiento de la ortodoxia.

Contexto histórico (breve) del arte románico


CONTEXTO HISTÓRICO : ROMÁNICO


Llamamos arte románico al estilo artístico que se difundió por toda Europa occidental durante los siglos XI y XII. Se llama románico porque tradicionalmente se consideraba que tenía un lejano parentesco con Roma aunque hoy se sabe que es un arte genuinamente medieval.
Frente a la fragmentación y a la gran variedad estilística de los siglos de la Alta Edad Media, el lenguaje artístico Románico es unitario (cosa que no se daba desde Roma) y el elemento unificador es de tipo cultural, la Cristiandad.

El Románico coincide históricamente con la consolidación del feudalismo y del poder de la nobleza y de la iglesia sobre el resto de la sociedad. Es también el momento de las grandes peregrinaciones, de las Cruzadas y del florecimiento del monacato, con la orden de Cluny a la cabeza.

FEUDALISMO
En la Edad Media, a partir de los siglos IX y X, se implantó en Europa Occidental un sistema político, económico y social conocido como feudalismo. El sistema feudal tiene su origen en el desmembramiento del imperio Carolingio y en la situación de inestabilidad provocada por las invasiones de normandos, musulmanes y húngaros. Los monarcas, incapaces de defender sus territorios, cedían sus tierras (feudos) a señores feudales, nobles o eclesiásticos, para que las gobernaran en su nombre. A cambio, éstos debían convertirse en sus vasallos, jurarles fidelidad y ayudarles en las empresas militares. La población, formada mayoritariamente por campesinos, vivía atemorizada por la guerra y las invasiones. Su máxima preocupación era sobrevivir y muchos se convirtieron en siervos de los señores feudales.

LA IGLESIA
En esta sociedad el peso de la religión cristiana era enorme. Poderosos o humildes, todos se sentían miembros de la misma comunidad, la cristiandad, con unas creencias comunes y unos rituales parecidos. La Iglesia mantenía la unidad de los creyentes y fijaba las obligaciones religiosas (rezar, ir a misa los domingos, ayunar, confesarse una vez al año, comulgar en Pascua y peregrinar, si se podía, a lugares santos como Roma, Jerusalén y Compostela, en los cuales se conservaban reliquias, esto es, objetos o restos de Cristo o de mártires y santos cristianos). También prescribía la caridad, la vida virtuosa y la donación de bienes a la Iglesia después de la muerte. Siguiendo estas normas se redimían los pecados, se alcanzaba la vida eterna y se evitaba ser condenado al infierno.

Toda la vida social o privada estaba marcada por la intervención de la Iglesia. El nacimiento, el matrimonio y los funerales tenían ceremonias religiosas y la Iglesia se encargaba también de la enseñanza y de la asistencia a los pobres y enfermos. Como las guerras, en este período eran tan frecuentes, la Iglesia estableció la paz de Dios y la tregua de Dios, períodos de paz obligatorios en caso de guerra que coincidían con las celebraciones de Navidad, Pascua, etc. Si se desobedecían estas obligaciones, cualquier cristiano, rico o pobre, podía ser excomulgado, es decir, expulsado de la Iglesia y, por tanto, condenado al infierno.

LAS CRUZADAS
Los siglos del románico coinciden también con las cruzadas. Los lugares donde Cristo había vivido se convirtieron, especialmente Jerusalén (Tierra Santa), en centros de peregrinaje de los cristianos, a pesar de encontrarse en estos momentos bajo dominio musulmán. En el siglo XI Jerusalén fue ocupada por los turcos, un pueblo islamizado, muy guerrero, que impedía el acceso de los peregrinos a la ciudad o a maltratarlos. Por este motivo, en 1095, el papa Urbano II hizo una llamada a los cristianos para que fueran a liberar Tierra Santa de los infieles (turcos). Prometió la salvación eterna a todos los participantes. A lo largo de los siglos XII y XIII tuvieron lugar las Cruzadas, campañas militares en defensa de la cruz (símbolo cristiano). Un profundo espíritu religioso movilizó a hombres, mujeres, niños, aventureros, pequeños nobles, que querían conseguir tierras y poder, y mercaderes interesados en intercambios comerciales con los puertos de Oriente Medio. También aparecieron las órdenes militares, como los caballeros templarios o los caballeros hospitalarios, monjes militares que fueron a luchar a Tierra Santa y que se cosían cruces de tela en sus ropajes como símbolo de su misión.


LOS MONASTERIOS
En un mundo donde la mayor parte de la población era campesina, la Iglesia tuvo que ruralizarse, es decir, establecerse en el campo para evangelizar y dirigir la vida de los labradores.

La iglesia era el edificio principal de cualquier villa, pueblo o ciudad. Los fieles acudían a ella a oir misa los domingos, en las fiestas y en celebraciones como bautizos, bodas y entierros. Las campanas tocaban a oración, advertían de los peligros o convocaban a la población a reuniones y asambleas.

A partir del año 1000 además de las iglesias parroquiales se construyeron monasterios que se convirtieron en centros culturales donde se conservaban y copiaban textos literarios y donde se aprendía a leer y escribir. Los monjes y monjas que allí vivían rezaban varias veces al día, ya que la finalidad de la vida monástica era alejarse del mundo y tener un contacto más directo con Dios. Todas las órdenes religiosas estaban sujetas a una regla, conjunto de normas que regulaban todas las actividades monásticas: horas que debían dedicar a rezar, a cultivar el huerto, a copiar libros, etc. Incluso actividades normales como comer o dormir estaban sujetas a horarios estrictos.


Durante la Edad Media se fundaron muchas órdenes religiosas. La más importante la de los benedictinos, fundada por Benito de Nursia en el siglo VI, en Italia desde donde se expandió por toda Europa. A ella perteneció el monasterio de Cluny.

lunes, 28 de julio de 2014

El conjunto del arte medieval

    El emperador Teodosio dividió el Imperio, en el 395 d.C., ante la fuerte crisis social, económica y política que experimentaba el Imperio Romano a causa de los ataques y la presión de los pueblos bárbaros del norte de Europa sobre las fronteras para avanzar, en dos partes, cada una de ellas para uno de sus dos hijos: Arcadio y Honorio. Así, el Imperio quedó dividido en Imperio Romano de Occidente, con capital en Rávena y Imperio Romano de Oriente, con capital en Constantinopla. La parte oriental, más rica y poblada, no sufrió tanto las invasiones bárbaras; sin embargo, la parte occidental pronto se vio afectada por estas invasiones. Las tribus germánicas invadieron Europa de manera progresiva y en el 476 d.C., Rómulo Augústulo, último emperador del Imperio Romano de Occidente, cedió el poder a Odoacro, jefe de la tribu de los ostrogodos. Con esto, se produce un cambio total y absoluto en Europa y se inicia la Edad Media europea.

    Por tanto, esta división condicionó de manera absoluta el arte, porque mientras que en Europa se inicia una verdadera Edad Media, Bizancio vivirá años dorados. Es decir, los estilos artísticos que se forjarán serán diferentes. En esta presentación podemos entender estos aspectos mejor:













CONTEXTO HISTÓRICO- INTRODUCCIÓN A LA EDAD MEDIA


La EDAD MEDIA debe entenderse como un largo período histórico que comprende alrededor de unos diez siglos (S.V-XV), que se inicia con la caída del Imperio Romano de Occidente (476) (cuando el último emperador, Rómulo Augústulo, es vencido por Odoacro, de la tribu bárbara de los ostrogodos) y que finaliza con la caída de Constantinopla (1453), poniendo fin al Imperio Bizantino, por la invasión de los turcos otomanos, la invención de la imprenta (Gutenberg) y el fin de la Guerra de los Cien Años. Otros historiadores consideran que la Edad Media termina con el descubrimiento de América, en 1492, por Cristóbal Colón.
Etimológicamente, el término "Edad Media" o "Medievo", procede del latín "medium ævum", es decir, como una especie de período de transición entre la antigüedad clásica grecorromana y el renacer de la misma con el Renacimiento. De cualquier modo, la Edad Media siempre ha sido concebida como un período oscuro en la historia, frente a los períodos de "luz" clasicistas. Si bien esa concepción de Edad Media ha perdurado, también el "oscurantismo" le ha dado un toque de misterio, que fue muy atractivo a los románticos del S.XIX. Es la etapa del Romanticismo que considera el mundo medieval como la fase de gestación y consolidación de los países de Europa y su sentimiento de identidad nacional. Durante gran parte del siglo XIX la arquitectura europea va a estar dominada por los movimientos historicistas neomedievales, como el neorrománico y especialmente el neogótico.

La Edad Media suele dividirse en dos grandes períodos: Alta Edad Media (ss. V-X), también conocido como "Antigüedad Tardía", porque van desapareciendo las características del mundo clásico y se van configurando las propias del mundo medieval. Los primeros siglos de la Alta Edad Media se consideran el periodo medieval más oscuro como consecuencia de la relativa pérdida del orden y la cultura romanas. Las guerras y la violencia fuerzan la consolidación de un sistema feudal de intercambio de servicios y contrapartidas. Durante esta etapa se suele olvidar el brillo cultural y artístico remansado en el Imperio Romano de Oriente, convertido en el Imperio Bizantino que, a pesar de sus muchos conflictos, conservó el acerbo cultural y científico romano y lo irradió al resto de Occidente mediante influencias directas e indirectas (árabes de Al-Ándalus y siglos más tarde durante el conflicto de las Cruzadas). No obtante, cabe hablar de un acontecimiento fundamental: el renacimiento caloringio. Dicho renacimiento, producido en el siglo XI, es consecuencia de una combinación de mejoras de tipo técnico, político y económico surgidas poco después del emblemático y apocalíptico año 1000 y es la etapa de florecimiento del mundo religioso y cultural monástico que se plasma en un revivir sin precedentes de arquitectura, escultura, pintura, iluminación de manuscritos, etc. De algún modo, esto marcó un punto de inflexión y de entrada en la Edad Media y en su estilo más representativo, el Románico. También se considera consecuencia de la activación del fenómeno de las peregrinaciones y del sentimiento de defensa de la fe mediante el espíritu de cruzada, que paradójicamente activó el trasvase de nuevas ideas por el trasiego de gentes viajeras que supuso.

 Edad Media, Claustro del Monasterio de La Oliva


Baja Edad Media (ss. XI-XV).
Será precisamente esta apertura la que transformará la sociedad y la percepción del mundo, lo que acabará desembocando en el gótico, en el S.XIII. 
Esta centuria vive el renacer de las ciudades y la vida urbana, el traslado del protagonismo de los monasterios a las catedrales y parroquias urbanas, el declive de las órdenes monásticas en detrimento a los conventos mendicantes, la creación de universidades y la revalorización de los aspectos relacionados con la naturaleza y con el hombre.
Con todo, y tras el brillo de los siglos XI, XII y XIII, la Baja Edad Media vivirá en el siglo XIV el período de mayor crisis a la que se había encontrado sometida Europa jamás y de la que tardará en recuperarse: conflictos bélicos constantes, epidemias de Peste Negra (como la de 1348), pérdida de valores y creencias, desmoralización de la población... Lo cual llevará a replantearse nuevos principios que fundamentarán otro período histórico.